
Soy como ese roble que está marcado por el tiempo.
Soy como los colores que guarda en su piel.
Soy una grieta enorme que encierra cientos de cicatrices.
Soy ese mirar al cielo que quiere aferrarse a la tierra.
Soy un montón de brazos que no saben lo que buscan.
Soy como un roble milenario que se olvidó y está cansado.
Soy una hojarasca que resiste a caer desde lo alto de una rama.
Soy aquello que se ha modelado con el paso de los años.
Sin embargo no pedí ser un roble, hubiese preferido ser otra cosa.
Algo que pudiese desprenderse con sutileza y valorar lejos.
Y, me imaginaba ser como un diente de león.
Imágenes personales de entrada y portada.
P&c
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